Amor mío, hoy día de la Inmaculada Concepción de María el Señor a través de su Palabra me permite acercarme un poco más al misterio de la cruz, hoy te abrazo fuerte vida mía y te agradezco el que día a día me continúes llevando a Jesús, te comparto mi oración con Él de hoy:

Pondré enemistad entre ti y la Mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón. Génesis 3, 15

Buenos días mi dulce amor de mi todo!! Hoy mi Jesús en este día tan importante, día que siento cobra más fuerza al tener la bendición de acercarme más a ti. Señor mío mi Jesús, tu de entrada hablas de la enemistad que colocaste entre el enemigo y la Mamá (María) y así mismo entre los espíritus del mal y el ejército de la Mamá y hablas acerca de la victoria indudable de Jesús sobre el demonio, sin embargo, mencionas también que en medio de aquel triunfo, el enemigo le acechará, estará perturbando muy de cerca. Padre amado, amaste a tu hijo y le enviaste, para así demostrarnos la inmensidad de tu amor, y fue en el sufrimiento en donde más le amaste, ¿Cómo me amas a mí? Jesús mío, ¿Cómo responderte con amor en la prueba, como responderte con amor en la tentación? Me hiciste enemiga del enemigo, me hiciste soldado del ejército de la Mamá, el enemigo me acecha, pero eres tú quien vence en mí.

Porque él hizo maravillas. Salmo 98, 1

Mi Señor creo, pero aumenta mi fe; aun me falta tanto por comprender aquella decisión de amor de Dios Padre referente al sufrimiento extremo contigo y te pido perdón por ello, pues aún me lo cuestiono Señor, se que en el sufrimiento se ama más, se que al mismo tiempo eras tú en él, pues son un solo Dios verdadero, se que lo que duele se aprecia más se valora más, sin embargo, en mi interior se halla aún un sinsabor. Por favor mi Señor, se que mi limitada mente no podrá comprender jamás el misterio de la Santísima Trinidad, pero si tu quieres Señor, dame la gracia de comprender un poco más este acto de amor de Dios Padre, el porqué de la situación que atravesaste, ello me ayudará a vivir mejor este tiempo de adviento. En este instante continúo escribiendo, sintiendo como respondes a mi pregunta, Mi Padre me llevó hasta la muerte de cruz porque:

• Quien sufre comprende mejor el sufrimiento del otro.
• Un Dios que siente todo el dolor que atravesaría la humanidad, se hace un verdadero Dios.
• Un Dios que demuestra su grandeza y poder lo hace en la pequeñez y la debilidad.
• Un Dios que lo atraviesa todo es símbolo de ejemplo, esperanza, de ánimo, de demostrar que la humanidad no está sola en el dolor.
• Es un Dios que simplemente está loco por amar, por salvar.
• Es un Dios que sabe que luego de la cruz viene la resurrección. 

Continúo en mi exhortación interna, haciéndome el siguiente auto planteamiento: La humanidad se pierde y me dicen que la única salvación es que yo entregue a Agustina (mi hija), ¿lo haría por amor a la humanidad? Este acto heroico aun sabiendo que luego tendrá recompensa, aún así ¿no me generaría el dolor más grande de mi vida? Es ese el dolor que siente nuestro Padre Celestial.

Y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia por el amor. Efesios 1, 4

Siguiendo la misma situación hipotética con mi hija: Veo como aquella humanidad por la que todo lo di, por la que mostré aquel ejemplo de entrega, no le vale, no le importa y aun así se pierde del camino ¿Cómo es mi tristeza y decepción?. Es por ello que cabe preguntarse, por el contrario, ¿Cómo sería la alegría de Jesús, de Papá Dios al ver como al menos alguien hace todo lo posible, todo lo que tiene a su alcance para ser santo, para ser irreprochable por su amor en su presencia?

Pero el ángel le dijo: "No temas María, por que Dios te ha favorecido. Lucas 1, 30

Todo en ti amado mío tiene un propósito, todo en ti se hace nuevo y conduce a un fin bueno, tómame hoy y atesora tu Mamá estas perlas que me da el Señor, ábreme este tesoro cada que lo necesite. Enséñame Mamá a amar a Jesús en la cruz, a no apartarme en la cruz, a no temer, a no angustiarme, a no desesperarme, a no perder la paciencia, a no irritarme ante la prueba, ante el dolor, ante la tentación. 

Ante el dolor tomo y abrazo mi cruz y te amo en ella Señor.

Es a través de este episodió que nos atravesó el alma, que Dios nos tomó completamente amor mío y nos permitió conocerle mejor y sentirnos verdaderamente amados por el, tú, allá arriba, yo, aquí abajo.

Un te amo de aquí al cielo, al infinito y más allá!!