Amor de mi vida! Gracias por cada ayuda que me envías desde el cielo, gracias por cada mensaje, gracias por enviarme flores desde arriba. Te siento presente en cada paso que doy y el Señor me ha dado la gracia, la valentía y la fuerza de caminar en este adviento. Cómo quisiera que fuera todo diferente, sin embargo al mismo tiempo agradezco enormemente a Dios por mi vida, por mis nuevos propósitos, por cómo reconstruye mis proyectos cada día, por darme nuevas ilusiones y nuevas esperanzas, por hacer de mi una mujer nueva cada día, una nueva Paula, tal vez más sensible que antes, imagínate! Jeje más consiente de todo, más entregada al Señor, y la mujer que soy hoy no existiera si Dios no lo hubiese querido. Así que trato de enfocarme en lo bueno y no perderlo de vista por lo no tan bueno.
Desde aquel 23 de Agosto acepté la voluntad que Dios tenía para mí vida, aceptarla no quiere decir no temer, no angustiarse, no abrumarse, solo significa eso aceptarla, aceptarla por amor a Dios y por esa confianza de saber que todo está en sus manos y que lo mejor está por venir. Trato de no acelerarme tanto pensando en el futuro sino en dejar literal todo en sus manos y el me irá enseñando por donde y como le hago. Creo que ese ha sido su propósito para mí en este adviento, dejarme moldear esa parte que tanto me cuesta y aún con el dolor que me sacudió el corazón tenía y sigue teniendo planes para mi. Y de eso se trató también el camino de María y de José en esa gruta de Belén, ellos no sabían que les esperaba bien, solo confiaban en Dios. Dios me ha permitido comprender un poquito no mucho, solo un poquito más de su misterio de amor.
Hoy aquí frente al Santísimo, en el primer día de novenas sin ti, me siento feliz y satisfecha de lo que fuimos, de lo que construimos y de a dónde llegamos, si miramos atrás, Dios nos permitió tener un matrimonio muy bello casi perfecto, mi sentimiento hoy es de orgullo, es de satisfacción, es de gratitud, lo cual me permite sanar una parte más de mi alma y así poco a poco poder soltarte y comprender que ya no me perteneces, le perteneces 100% a Dios, es una frase muy fuerte para mí, es dura, pero el Señor me ha dado la gracia de meditarla y de tener lo que necesito para afrontarla. La muerte no nos separó, nos unió aún más, en este bello misterio entre cielo y tierra, pero hoy siendo consiente de que tu labor allá es interceder por nosotros aquí y vernos avanzar, vernos continuar, como dice la Palabra y nuestra frase "permanecer alegres".
Hoy Jesús me decía "Caminas poco a poco tomada de mi mano, te conduzco por la senda que te tengo trazada. Se que hay varios obstáculos en el camino pero voy junto a ti, mi luz te ilumina siempre, que se note que soy tu centro y así sabrás cómo ir avanzando en tu trayecto. He puesto todo en mis manos".
Siempre, siempre, sin importar que, pase lo que pase te amaré toda mi vida!!
Un te amo de aquí al cielo hasta el infinito y más allá.
Comentarios
Publicar un comentario