Buenas noches amor mío! Como te va en el cielo? Ojalá pudiera conocer tu versión de los hechos de ese día, pero no tanto de cómo ocurrió el accidente sino como fue el momento en el que tu alma se encontró con Jesús por primera vez cara a cara, como fue tu bienvenida al cielo y cuánto has aprendido estando allí. Pues bueno yo si te voy a contar como fue para mi todo el acontecimiento desde los ojos de la fe. Cada que te escribo una carta al cielo no lo hago disponiendo un día o una hora, simplemente me surge, me fluye, como sabías que solían ser mis escritos, y la de hoy se dio a raíz de la oración que acabo de hacer con la Palabra, puesto que esta mañana la niña se despertó temprano y no alcancé. Todo fue gracias a la lectura del libro de la carta a los Efesios, capítulo 6 del 10 al 20. Te comparto los que más me tocaron:

Fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio... Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos... Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animados por el Espíritu. 

Ya vas a ver porqué tiene que ver el pasaje de hoy con la carta que te estoy escribiendo.

¿Recuerdas que te dije que sentí que ese fin de semana del puente del 8 de Agosto que vivimos con Agustina en Mistrató donde Nanyi fue especial? Fue un fin de semana tan bello, nuestro último paseo juntos, nos logramos desconectar de todo, literal de todo porque tampoco hubo energía jeje pero no hizo falta, yo te había dicho que había sentido que había sido un fin de semana en el que Dios había dado como muchas gracias a ambos matrimonios, tanto de nuestros amigos como al nuestro, recuerdo que hasta tú me decías: "amor yo no me quiero ir, que rico sería tener un lugar así para descansar, ¿te imaginas amor?, como la hemos pasado de rico". Ese domingo que asistimos a la eucarística de 10am en el pueblo, yo le vi a Nanyi colgada la camándula del pantalón y recordé que yo lo solía hacer, como un símbolo de que es nuestra arma, una espada, el arma del cristiano y me dije que lo volvería a hacer porque ya había olvidado esa bonita devoción, pero al llegar nuevamente a Pereira con el paso de los días se me volvió a olvidar.

Ese martes 23 de Agosto en la mañana mi oración matutina fue diferente, sentí que tenía un poder especial, sentí que fue muy bonita, que Jesús me había hablado de una forma muy bella, cuando la finalicé me sentí fuerte, me sentí con ganas de comerme el mundo, sentí que iba a arrasar con lo que fuera, me sentí valiente, con vigor, sentí en ese momento que yo podría con lo que fuera que se me presentase, recuerdo que cuando acabé me puse a hacer aseo y mientras barría busqué una canción en YouTube que vino a mi mente la cual hace mucho tiempo no escuchaba, se llama "Viva Cristo Rey" de Jesed, te comparto la letra:

Un grito de guerra se escucha en la faz de la Tierra y en todo lugar

Los prestos guerreros empuñan su espada y se enlistan para pelear

Para eso han sido entrenados, defenderán la verdad

Y no les será arrebatado el fuego que en su sangre está

Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey

El grito de guerra que enciende la Tierra

Viva Cristo Rey

Nuestro soberano Señor

Nuestro capitán y campeón

Pelear por Él, es todo un honor

Sabemos que esta batalla no es fácil y muchos se acobardarán

Y bajo los dardos de nuestro enemigo, sin duda perecerán

Yo tendré mi espada en alto como la usa mi Señor

A Él nada lo ha derrotado, Ssu fuerza es la de Dios

Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey

El grito de guerra que enciende la tierra

Viva Cristo Rey

Nuestro soberano, Señor

Nuestro capitán y campeón

Pelear por Él, es todo un honor

No conocemos mayor alegría, no existe más honroso afán

Que con mis hermanos estar en la línea y juntos la vida entregar

A Él, que merece la gloria y nos reclutó por amor

Ante Él, la rodilla se dobla y se postra el corazón. 

Recuerdo que la canté a pulmón y se me erizaba la piel como gallina, la cantaba y la letra la sentía en las venas, y ese día, esa mañana, me sentía como de lo que habla la canción "soldado de Jesús", en ese instante recordé lo de empezarme a colocar de nuevo el rosario en el pantalón, así que lo hice con mi denario y me lo aseguré de los pasadores del jean. Me sentía demasiado viva!! Mi día transcurrió normal, en la mañana entregué pedidos de Guau Dog, al medio día te vi por última vez en el semáforo de Postobón como ya te lo había contado y de allí seguí a almorzar a donde mis papás; antes de irme de la casa de ellos mi mamá me regaló un piecito de una planta llamada "el cordón de san José", me la pasó en agua en un vasito de plástico verde para que yo la tuviera también en la casa. La tarde la compartí con la Flaka, hablamos, nos reímos como siempre, le dimos la comida a Agustina, nos tomamos varias fotos y cayendo la tarde ella se fue para su casa y yo acosté a la niña. Esa noche escribí una carta para ella y se la envié, nos habíamos puesto modo románticas jeje. En la noche pues pasó ya todo lo de tu accidente y todo lo que esa noche enmarcó para mí; unos cinco minutos digo yo, luego de que me dieron tu noticia, debo confesarte que desde ese instante, una fuerza se apoderó de mi, esa noche no fui yo, desde entonces no he sido yo, esa noche tuve la gracia de estar muy serena en casa, hasta la madrugada que nos acostamos, yo me acosté con Agustinita y esa noche sentí como me abrazaste en cucharita mientras me quedaba dormida con la niña en su habitación (gracias por ese abrazo mi amor). Transcurrieron los días de tu sepelio y los días posteriores que fueron los del novenario. 

Muchos días después de ello, estaba hablando por wpp con Nanyi (quien se ha convertido en una ficha clave de parte de Dios durante todo mi proceso de duelo), y mientras hablaba con ella empecé a caer en cuenta de muchas cosas que me sucedieron ese martes y que empezaban a cobrar sentido, empecé a atar cabos por decirlo así. Caí en cuenta que la oración que ese día hice en la que me sentí fuerte, fue el momento en el que Dios preparó mi alma para lo que vendría después, la canción "Viva Cristo Rey" que canté esa mañana, específicamente en la parte que dice "Los prestos guerreros empuñan su espada y se enlistan para pelear. Para eso han sido entrenados, defenderán la verdad, Y no les será arrebatado el fuego que en su sangre está" me hizo comprender aún más que me estabas alistando para la batalla, pues esa noche caí en primera línea, pero como dice la canción, no me fue arrebatado el fuego que en mi sangre estaba. Comprendí que no solo desde esa mañana en la oración, sino desde Julio de 2017 que le permití entrar por completo a Jesús en mi vida y en mi corazón, me venía preparando para lo que yo viviría, me venía entrenando, venía fortaleciendo mi fe para poder enfrentarme a lo que te pasó, porque el sabe hasta donde llegan nuestras fuerzas, el sabía desde el momento en el que comencé mi consagración a María lo que me deparaba el futuro (eso me lo recordó doña Betty), pues tu sabes que el todo lo sabe, todo está en sus manos, y me tomó con especial cariño para que yo no cayera derrotada esa noche, como lo dice también la canción "Sabemos que esta batalla no es fácil y muchos se acobardarán". Es por ello que desde ese día no he sido yo mi cielito, te lo aseguro que no, tu sabes que yo lloro despidiendo un avión de carga como dice el dicho, que yo soy muy sensible, y me aterra la forma en que Dios me tiene en sus manos; ah bueno ahora que te dije que me tiene en sus manos, es tanto lo que esa mañana hablando con Nanyi comprendí de parte de Dios que hasta supe porque tuve la oportunidad de haber ido al concierto de Pablo Martinez ocho días antes de que te fueras, ese regalo especial de parte de Dios y de San Agustín en ese concierto ese sábado en la noche, Dios lo sabía, él lo sabía, el me venía fortaleciendo los músculos de mi alma, el venía aumentando la masa corporal de todo mi ser para tener buenas defensas y no caer destruida, recuerdo que esa noche que tu te quedaste con Agustina para yo poder ir al concierto, cuando llegué te conté lo feliz que estaba de haber podido ir, de lo bendecida que había sido de haber conocido a Pablo; esa noche Pablo compartió una nueva canción que estaba comenzando a lanzar, que como te digo, esa mañana comencé a comprender todo, se desencadenaron un montón de razones. La canción se llama "me tiene en sus manos" y dice así:

No sé qué pretende, o qué se propone.

Intento entenderlo tanteando razones.

Más algo no dudo, es más que evidente,

Estoy tan seguro, es Él que me tiene.

Él no me suelta, me tiene aferrado.

Él no se aparta, se queda a mi lado.

Me tiene en sus manos.

Él no se irrita, conoce mis miedos.

Él no lo olvida, yo soy su pequeño.

Me tiene en sus manos.

En sus manos.

Será su insistencia, su santa paciencia,

Que Él no se retracta, es fiel a promesas.

A veces me duele porque no me suelta,

Mas sé que en sus manos mi vida está puesta.

Yo le compartía a Nanyi esa mañana que sentía que San José me estaba haciendo un acompañamiento especial, pese a que yo no solía ser muy devota de él, o buscarlo para algo, pero que sentía que él me estaba buscando con insistencia, se estaba haciendo muy presente en mi vida de una forma muy linda, como el carpintero de mi alma, y mira amor que ese martes que te fuiste, mi mamá me regaló el piecito del cordón de san José, otra Diocidencia, San José también lo sabía y desde ese momento me apadrinó. Como me lo decía hoy en la treintena "En este día quiero dejar en ti un bello recuerdo. Jesús me ha enviado a ti a protegerte, a ser tu intermediario porque no quiere que pases necesidades. Cuida de ti como a las niñas de sus ojos". Y así até otro cabo esa mañana hablando con Nanyi.   

Es por esto y mucho más amor mío, que desde arriba has visto a una esposa que aún en medio del dolor y la tristeza es fuerte y valiente, guerrera, no ha sido nada fruto de mi esfuerzo, todo ha sido porque Jesús estaba (está) conmigo. Hasta la frase que te había comenzado a compartir "La alegría es fuerza" comenzó a cobrar mayor sentido. Desde ese martes 23 de Agosto no me quito mi denario del pantalón, mi espada, mi arma, mi escudo, es a través del Santo Rosario como le puedo tomar la mano a María para pisar la cabeza de la serpiente que se me atraviese en el camino. Mi vida, creo que desde ese día no soy la misma y al mismo tiempo lo soy, es una mezcla extraña, pero se que me comprendes.

Un te amo de aquí hasta el cielo, al infinito y más allá. 

Siempre tuya, tu princesa, Paito.