Cada día que pasa la ausencia se hace más grande, se suman más y más los días desde el último momento en el que te vi, desde aquel martes 23 de agosto, crece esa sensación de querer tenerte a mi lado, de necesitarte conmigo, en mi vida, de que estés allí para amarme o en nuestra simple cotidianidad, como una llamada antes de que llegaras a casa para que trajeras algo de la droguería o arepas o que me antojara de algo para comer juntos mientras veíamos Netflix, esa cotidianidad que en nosotros no era rutina sino nuestro día a día, esa cotidianidad extraño, porque no necesitábamos hacer cosas muy elaboradas para sentirnos el uno al otro, esa cotidianidad de un masajito, de que me rascaras la espalda, hasta esa cotidianidad de una aguapanela con limón y Jenjibre antes de dormir porque alguno estaba enfermo.... Cotidianidad pasada cómo te extraño, pues estabas tu allí. Es tan extraño estar sin ti, siempre tan mío, siempre tan juntos, siempre tan nosotros, que imaginarlo nunca tuve oportunidad de que me llegaras a faltar. Nuestra Agustina me dice "mamá, papá ta tabajando" "mamá, papá llega a moto" y en una noche de lluvia como hoy me dijo algo nuevo "mamá, papá pesar a mojar a moto" y escuchar esas frases salir de su boca e imaginarme el que ella piensa que en cualquier momento vas a llegar, me hace doler el corazón y me ahonda el alma. Sin embargo te cuento que en este dolor tan inmenso que atravieso, jamás me imaginé ser tan fuerte, jamás me imagine tener mi fe tan firme, jamás me imaginé capaz de abandonarme por completo en los brazos de Dios, yo que me pensaba tan débil emocionalmente, tan cobarde en ocasiones, Dios me ha hecho ver una leona que en mi dormía, una leona que ruje por proteger a su manada.
Sin embargo en esta tempestad, en este mar adentro con olas salvajes que me golpean, sigue siendo Dios el capitán de mi barco, y me demuestra en cada oportunidad que tiene durante mi día que me sostiene tan fuerte como le dan sus brazos, pues no son muy largos los minutos de tristeza, de angustia, de temor o desesperación de las 24 horas del día, suman más los minutos de alegría, de compartir y de amor que me rodea y ese es mi Jesús a mi lado.Cada que veo nuestra foto de casados en nuestra habitación veo tu sonrisa, dulce, serena y tranquila, como siempre, y veo tras ella tu "todo estará bien" y aunque le seguía un "todos nuestros temores serán pasajeros mientras nos tengamos el uno al otro" se que de una forma ahora distinta sigues estando conmigo (no como yo quisiera pero Dios permite que sigas estando junto a mi desde allí arriba). Es muy difícil mi amor, muchísimo, no te lo voy a negar, pero Dios no me deja caer, Dios no me deja caer y se que tu eres testigo de ello, pues se que ahora tu corazón le pertenece a él 100% como yo lo anhelaba para ti, ahora ves todo distinto, ves con ojos divinos y no con ojos humanos, las bendiciones siguen llegando a nuestro hogar con mucha más intensidad que antes porque mi Ñañi está siendo mi hombre de la casa desde el cielo.
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