Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2023

Me gusta

Amor de mi vida, aquí estoy hoy para orar por tu alma en el lugar donde reposa el templo qué el Espíritu Santo te dio en esta tierra. Nose si en algún momento de mi vida creeré en verdad que ya no estás más aquí, ya son casi 10 meses de tu partida y aun me parece todo tan irreal, aun pienso que tan solo no estás, que solo no te puedo ver pero que en cualquier momento aparecerás para abrazarme, para mimarme, para escuchar de nuevo tu voz, para sentir de nuevo tus labios besar los míos, para darnos un "roce en la nave" como le decías a la moto, nose si ese día llegará, de plano acepto el que no estés, pero me sigue pareciendo tan irreal, como tan ilógico que aveces mi mente divaga entre los recuerdos qué se sienten que son de ayer y que tal vez mañana pasará otro. Yo sigo orando incesantemente, yo sigo unida como un cadillo a Jesús, construyendo día a día la nueva mujer en la que me permite transformarme. Todo sigue afuera tan normal, pero desde que te fuiste yo sig...
Suelo sentir que estas impregnado a lo largo de mi día, que mi conexión con Jesús a través de la oración es tenerte al mismo tiempo presente en cada paso que doy, en cada palpitar de mi corazón, en cada respiración, por lo tanto nuestras conversaciones han migrado a esa oración que Dios ha querido suscitar en mi, impresa en cada acto, creo que por ello se han disminuido tanto las cartas al cielo. Sin embargo sentí hoy la necesidad explícita de escribir una de nuevo. El día de ayer fue bastante especial, fue un día en el que pude cerrar mis ojos del alma, inhalar profundo y respirar paz y tranquilidad, respirar gratitud, respirar amor, respirar a Dios en mi interior y todo comenzó antes de salir, con mi oración temprano, como acostumbro. Hablando con Jesús, salía en la primera lectura de la segunda carta a los Corintios 1, 1-7: "Bendito sea Dios que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios...