Cartas al cielo

En la foto no se ve ni la mitad de lo que mis ojos pudieron observar, bendita serendipia. Voy a mi ventana para cerrarla, me acerco pensando en Daniel (he estado algo apañada), me asomo y veo un paisaje que nunca había visto en cuanto a la mezcla de tonalidades, mitad degradé de morado, mitad degradé de naranja, inmediatamente dije: gracias Dios, por recordarme una vez más que el está allí contigo! Y como si no fuera suficiente en el instante en el que estaba contemplando todo, aparece de repente una estrella titilante, única en ese momento del firmamento, comprendí que ya eras tú amor mío hablándome, me reiteras porque sabes que lo necesito "aquí estoy, te amo, te observo, confía, sigo estando contigo, vas muy bien mi princesa"... El matrimonio no solo una fiesta, él matrimonio va mucho más allá de lo que a simple vista se puede observar, el matrimonio es una vocación sempiterna maravillosa que Dios puso en mi corazón, eso que dura para siempre, eso que se le con...